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Sintiendo amor por la selección de fútbol de Chile
A pesar de que, como comenté en otro post, siendo de Argentina siempre apoyaré a la selección de mi país, a pesar de que no dejan de perder finales, la verdad es que viviendo en Chile tengo un nuevo amor.
La selección de fútbol de Chile, o La Roja, nos ganó dos finales de la Copa América y, por eso, comencé a odiarla; sin embargo, poco a poco le he ido agarrando cariño a pesar de estos encuentros desafortunados.
No solo suelen jugar de una manera muy interesante gracias a jugadores que aprecio como Alexis Sánchez y Arturo Vidal, sino que, además, puedo sentir la emoción que despierta en todos los chilenos.
Cuando vivía en Argentina pensaba que solo nosotros sentíamos el fútbol con toda esa pasión, pero estos años en Chile me ha hecho entender que este es un sentimiento universal, no argentino.
Su generación dorada
Disculpen si me he subido al carro de la victoria, pero es imposible ignorar a un equipo que gana al hilo dos Copas Américas y que después es eliminado del mundial por un poco de mala suerte.
Su fútbol ofensivo ha hecho que muchas veces me quede sentado frente al computador observando lo que hacen jugadores como Vidal o Bravo, mientras en la defensa hay tipos como Medel asegurándose de que todo esté bien.
Ahora que esta generación dorada ha empezado a desaparecer, la mayoría ya supera los 30 años de edad, me da mucha curiosidad saber cuál será el futuro de este equipo. ¿Se podrá mantener en la cima?
Quedaron fuera del último mundial, lo que no ha buenas señales; sin embargo, muchos de mis amigos señales me comentan que lo mejor está por venir. Solo deseo que no sufran los mismo que nosotros los argentinos.
A costa de los amigos
Después de haber sufrido años de burlas por parte de mis amigos chilenos, he de admitir que yo las empecé a hacer a mis conocidos en Argentina. ¡Y vaya que fue muy refrescante hacerlo!
El problema de nosotros los argentinos es que, si no ganamos, entonces no disfrutamos del partido; es por eso por lo que el mejor jugador de la historia, Messi, parece no soportarnos mucho tiempo más.
Pero es que eso es parte de la idiosincrasia del argentino: nos gusta sufrir. En eso nos parecemos a los italianos, quienes han ganado 4 mundiales a punta de apretar los dientes durante los 90 minutos.
Mi amor por La Roja también viene de un deseo de estar un poco más tranquilo… pero qué les puedo decir, ahora sufro el doble.